Érase una vez un caballo llamado Boliche.Su dueño,el herrero de la pequeña aldea,asiduamente le contaba la historia de cuando se conocieron porque a Boliche le encantaba escucharle:El formaba parte de un grupo de comediantes,concretamente era el que tiraba del carromato,por supuesto siempre tan cargado.Iban de pueblo en pueblo representando su función.
Boliche estaba muy cansado porque casi no podia descansar entre función y función,el tenia dos trabajos:el de actuar y el de conducir el carromato.Mientras que los demás se metían en el carromato y descansaban el pobre Boliche tenia que tirar del carro para poder llegar al siguiente pueblo.
Un buen día llegó al pueblo donde actualmente reside (La Frontera).
Sus dueños le llevaron a reparar sus viejas y usadas herraduras y ahí es donde conoció al herrero Paquito.Permaneció todo un día y toda una noche en la herreria,aquello era otra historia.Paquito lo trató con mucho cariño y mucha dulzura,algo que él no había sentido nunca,pensaba ojalá él pudiera ser mi dueño.Pero,como si de una profecía se tratase el herrero sentía lo mismo.
A la mañana siguiente Paquito se dirijió a hablar con el jefe de los comediantes con la intención de hacerle una propuesta que era la siguiente:
-Cambiar a Boliche por otro Caballo que tenía él.
-Sólo por otro caballo...aparte me tendrás que dar dinero si quieres hacer un trato conmigo.
-Bueno,amigo por eso no va haber conflicto,fija tú la cantidad y yo estaré de acuerdo.
Todo salió según el plan,Boliche se quedó con el herrero Paquito y los comediantes satisfechos siguieron por su camino.
Por:Marta Tacón López
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